Tutankamón – nuevos datos
El cristal amarillo del desierto libio, del que está hecho el colgante del Faraón egipcio Tutankamón, se formó como resultado del impacto de un meteorito en la superficie de la Tierra. A esta conclusión llegaron investigadores de universidades y centros científicos de Alemania, Egipto y Marruecos, cuyos resultados de investigación publicaron Phys.org.
El origen del vidrio ha sido objeto de controversia entre los científicos durante casi un siglo. El hecho es que no se parece a ningún vidrio natural en su composición, y solo se puede encontrar en una cierta parte del desierto en el sureste de Libia y el suroeste de Egipto. Su edad es de unos 29 millones de años. Un nuevo estudio describe los resultados del análisis de dos muestras de vidrio amarillo compradas a un residente de Libia. Encontraron partículas de circonio cúbico, un mineral que solo se puede formar a temperaturas entre 2250 y 2700 °C. También se ha descubierto un raro polimorfo-II que solo puede aparecer a presiones de alrededor de 130, 000 atmósferas. Sobre la base de lo anterior, los investigadores concluyeron que tal vidrio podría haber aparecido en el desierto libio solo como resultado del impacto de un meteorito o la explosión de una bomba atómica. Dada la edad del vidrio, los científicos se decidieron por la teoría del meteorito.
Un equipo de científicos de Brasil, Australia e Italia logró reconstruir el rostro del Faraón del antiguo Egipto Tutankamón 3.300 años después de su muerte. Sobre esto escribe The Daily Mail. Según la publicación, la recreación de la "cara joven y" tierna" del gobernante causó la sorpresa de los investigadores, ya que Tutankamón parecía más un estudiante que un gobernante y político formidable. "Fue casi un trabajo de detectives en el que se combinaron fragmentos de información para proporcionarnos un modelo tridimensional del cráneo", dijo el experto en gráficos brasileño Cisero Moraes, uno de los autores del estudio. Al mismo tiempo, los científicos utilizaron no solo datos de referencia sobre el cráneo del Faraón, y las imágenes de la máscara póstuma, sino también los rostros de personas vivas para poder recrear más completamente la imagen del antiguo gobernante.
No es la primera vez que los investigadores intentan restaurar la apariencia de Tutankamón. El intento anterior se realizó en 2005. El coautor del nuevo estudio, el egiptólogo y arqueólogo de la Universidad de Flinders en Australia, Michael Habicht, señaló las sorprendentes similitudes entre las dos reconstrucciones.